¿Te imaginas un mundo en donde los libros estén prohibidos?¿En donde los bomberos en vez de apagar incendios, los crean? Bradbury nos presenta una increíble novela de ciencia ficción.
Ray Bradbury fue un ávido lector en su juventud además de un escritor aficionado.
No pudo asistir a la universidad por razones económicas. Para ganarse la vida, comenzó a vender periódicos. Se formaría como escritor de manera autodidacta a través de libros, comenzando a escribir cuentos con una máquina de escribir. Entre novelas, colecciones de cuentos, poemas y obras de teatro, publicó más de una treintena de libros.
Guy Montag es un bombero y el trabajo de un bombero es quemar libros, que están prohibidos porque son causa de discordia y sufrimiento. El sabueso mecánico del departamento de incendios, armado con una letal inyección hipodérmica, escoltado por helicópteros, está preparado para rastrear a los disidentes que aún conservan y leen libros.
Fahrenheit 451 es un clásico que no me había animado a leer antes, simplemente porque no lo había comprado. Pero mis amigos de Liverpool me lo mandaron y ahora si no había ninguna excusa. Pero tiene todo lo que puede atraerme de un libro, portada increíble, trama con una distopía futurista y sobretodo, un autor que escribió grandes obras de ciencia ficción.
Y admito que este concepto de bomberos que no apagan incendios, sino que los comienzan, fue un gran impulso para adentrarme a la historia.
Al principio me costó un poco agarrarle ritmo a la historia, pero poco a poco fui entendiendo el mundo en el que se desarrollaba y así pude fluir mejor. Vi este mundo gris y limitado, con reglas absurdas y una sociedad controlada por quien las establecía.
Montag, nuestro protagonista disfruta de ser un bombero que quema casas y libros porque sabe que esto beneficia a la sociedad… Hasta que se topa con uno de mis personajes favoritos, Clarisse. Quien permite el despertar de Montag al ella ser diferente y darse el lujo de pensar, reflexionar y sentir empatía.
Esto me permitió comprender el primer mensaje de la novela. Solamente podemos sentir empatía, por quienes sienten empatía con los demás.
Con el pasar de las páginas conocí a detalle este mundo futurista con perros robot que pueden rastrear y asesinar a una persona sin dificultades, incluyendo el peligro de la tecnología en la sociedad.
La información llega cada vez más rápido y en grandes cantidades, así que para poder digerirla, los medios deben hacerla compacta y breve. Pero esto da pie a que se malentienda lo escrito, causando polémica y controversia. ¿Te hace pensar en algo? Bradbury no estaba muy lejos de la realidad, sobretodo con la creación de las redes sociales en el siglo 21.
En la novela, debido a esto es que se prohíben los periódicos y los libros, ya que son largos y “poco funcionales”. Además de que nos hacen pensar y reflexionar, justo lo que Clarisse le recordó al protagonista. El conformismo, control de las masas y la ignorancia también es presentada en la novela. Y aunque toque temas que a primera vista parecen complejos, todo es abordado con una redacción sencilla.
Todo esto me trajo vibes de George Orwell.
La narrativa es intensa y maravillosa. Sentí miedo, terror, alivio y satisfacción con las descripciones del fuego. Me sentí en esta sociedad que se la pasa en frente de la tele y que prefiere una vida completamente social, en vez de combinarla con una educacional.
Los personajes están increíblemente desarrollados. Terminarás odiando a unos y adorando a otros, así como sintiéndote mal por la desaparición de algunos.
Hubo tres cosas que no me gustaron:
1. Aunque los conflictos que suscitaban eran increíbles e intensos, estos se solucionaban de una manera muy fácil. Parecía que el autor le estaba poniendo al protagonista todas las soluciones en bandeja de plata. Todo le caía del cielo.
2. ¡La conclusión de la novela fue rapidísima! En 8 páginas para ser preciso, lo que me agarró de sorpresa. Me quedé con un montón de dudas y con la necesidad de saber qué pasaría.
3. Hay una guerra desarrollándose en un segundo plano, pero nunca nos adentramos lo suficiente a ella. Y otra vez, su resolución no tomó más allá de un par de líneas.
Aun así, recomiendo ampliamente esta novela porque con todo y estas molestias, lo disfruté plenamente. Me encantó conocer el estilo de Bradbury y adentrarme en un clásico del género de ciencia ficción.
Me quedé bastante satisfecho con esta lectura, y es por eso que mi meta es leer muy pronto El hombre ilustrado y Crónicas Marcianas del mismo autor. Me quedé enamorado de su estilo tan único y original.
Además de que me permitió reflexionar sobre el legado escrito, sobre el libre albedrío y el cómo definimos que es bueno y malo.
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